La semana pasada, los alumnos de infantil tuvimos la suerte de convertirnos en científicos.
Dentro de las actividades complementarias que estaban programadas para este curso estaba la de la «ciencia divertida». Y así fue como nos resultó, divertidísima. Pudimos explorar cómo se pintaban las paredes en las cuevas de Atamira, aprendimos qué son los átomos y cómo se mueven y lo más chulo de todo fue cuando nos pusieron las batas de científicos, nos pusimos las gafas de protección y fabricamos… ¡nieve artificial!
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